Por Fernando Fernández
Nunca pensamos ni podíamos imaginar que nuestras vidas iban a verse totalmente transformadas por esta terrible Pandemia que ha causado tanta muerte y dolor.
No puedo continuar escribiendo sin tener un especial recuerdo a todas y todos los ciudadanos que nos han dejado sin tan siquiera saber casi contra qué luchaban. Especialmente para nuestos ancianos que después de habernos apoyado siempre, sin pensar en su bienestar, en los momentos más difíciles que les hemos necesitado, se han ido sin la despedida que se merecían. Nunca nos lo perdonaremos.
De repente, nos hemos damos cuenta que tenemos héroes y sí es cierto, son verdaderos héroes que lo han dado todo para evitar muertes y sobre todo para infundirnos esperanza no sólo en la Ciencia si no también en el Ser Humano. Estos héroes sin capa pero con batas, uniformes, productos de limpieza, bicicletas, taxis, camiones o cajas registradoras, ya estaban con nosotros y tampoco los llegamos a reconocer hasta este trágico momento.
Yo, también soy culpable de llevar una vida en la que mis preocupaciones son las únicas y donde a veces los héroes son invisibles.
Cuando comenzó esta terrible y traicionera Pandemia llegué al pleno convencimiento que saldríamos de ella siendo mejores personas y que las muertes no deberían quedar en el olvido. Deben perdurar en nuestra memoria, ser un recuerdo eterno para que estemos en el futuro más unidos y seamos más solidarios. Por que, también, le debemos a todas las víctimas poner en valor lo positivo de esta desgracia sin olvidar jamás su razón.
Soy profesional de Protocolo desde hace muchos años, comencé en el año 1986, y el COVID ha tenido que ser el importante motivo para ratificarme en la suerte que he tenido de pertenecer a esta maravillosa vocación. En estos meses el COVID ha unido a cientos de profesionales de todos los lugares del mundo en unas emotivas Jornadas virtuales con el objetivo de adaptarnos y aportar soluciones a una nueva sociedad que nace desde las profundidades del sufrimiento pero con la inmensa fuerza de la esperanza y la superación.
A vosotros también compañeras y compañeros que durante meses hemos compartido pantalla, debates, tristeza, sonrisas y brillantes ideas y propuestas va dirigido este humilde post. Gracias, por ser tan generosos y vitales. Ahora, no tengo duda que somos más necesarios que nunca y que nuestro trabajo será clave a la hora de hacer sentir a los ciudadanos que a pesar de la distancia física que deberemos mantener lograremos que estén más cerca que nunca. Mi enhorabuena y agradecimiento a todos los que han organizado y participado en estos Encuentros que nos han permitido creer con más pasión en la profesión y soportar juntos el dolor de las frías cifras.
No puedo terminar este post sin mencionar el Observatorio Profesional donde todos tenemos puestas nuestras ilusiones para que sea la Casa que contribuya a fortalecer nuestra unión y trasladar nuestros conocimientos y profesión a la sociedad.
“In memoriam“
Video realizado por nuestra compañera Virginia Navarro y su hijo Daniel Marín, con aportaciones de todas las compañeras y todos los compañeros