El Observatorio de Protocolo cierra este curso de jornadas con su sesión número 25 y con las vistas puestas en la celebración del próximo congreso que se celebrará en noviembre en Santiago de Compostela

Madrid, 7 de julio de 2021

Los profesionales del protocolo y la organización de eventos celebraron en la jornada de ayer, 6 de julio, una nueva jornada de debate que, como cada primer martes de cada mes, está organizada por el Observatorio Profesional de Protocolo y Eventos (OPPE). En esta ocasión, el tema central sobre el que se habló fueron los regalos institucionales y empresariales que hoy en día son más recomendable o que están permitidos por la ley desde que existe la ley de transparencia, un asunto que, tal y como se pudo observar en la sesión, resulta especialmente complejo y difícil para los profesionales. Esta Jornada, que fue la número 25, cerró el curso de debates 2020-2021, que se reanudará el primer martes del próximo mes de septiembre, y lo hizo con la mirada puesta en la celebración del Congreso de Protocolo que el Observatorio celebrará el próximo mes de noviembre en Santiago de Compostela y al que ya están inscritas numerosas personas.

Para contextualizar la temática del día, tomó la palabra el grupo de profesionales de Aragón con una presentación magistral que dejaba expresamente clara la necesidad de apoyarse en el valor del regalo como orientador superior por encima del precio. En este sentido, diferenciaron los conceptos-tipo existentes, principalmente, los institucionales, los corporativos y los publicitarios, a los que asociaron principios éticos, transparentes y trazables y para los que definieron criterios de actuación (valor, comunicación y buenas prácticas).

También hablaron del valor (versus precio) de los regalos como concepto abstracto, al que vincularon códigos culturales (afectivos y de reciprocidad). Todo ello, expuesto con rituales de localización, de estatus y poder, de costumbre y de reconocimiento y defendiendo la idea de que los regalos deben responder a la construcción de un relato claro, breve, creativo y coherente. Y, por último, expusieron los canales imprescindibles de transmisión a través de las emociones, la razón y los sentimientos.

Tras esta exposición general, se realizaron varias intervenciones para hablar de manera más concreta sobre los regalos en las instituciones oficiales, en el mundo de la empresa y en la universidad. Sobre el primero, se expusieron los códigos de conducta existentes en las Cortes Generales, en el que se dejó claro que sus miembros no pueden aceptar en beneficio propio o de su entorno familiar obsequios superiores a los 150 euros. Se analizaron los límites razonables de los obsequios, el valor económico de los mismos y quién los paga, cuándo regalar, si una alta autoridad visita una sede o institución y se debatió sobre si en muchas ocasiones procede hacer un regalo.

Respecto al mundo de la empresa, se trataron los principios generales que rigen ante la gestión del riesgo de corrupción. “La integridad y la transparencia son valores fundamentales de las empresas que impactan directamente en su política reputacional”, se manifestó, añadiendo que la aceptación y concesión de regalos debe quedar reglado dentro del marco de cumplimiento normativo de las corporaciones. También se estimó muy conveniente que el regalo debía estar vinculado a la sostenibilidad. Y hubo un apartado específico relacionado con el mundo de la empresa farmacéutica, la cual tiene su propio Código de Buenas Prácticas

También se habló de los regalos protocolarios en la universidad y en las entidades locales, en donde se abordaron los antecedentes de estos y se hicieron propuestas de obsequios institucionales.