Los jefes de Protocolo de la Xunta de Galicia, Isabel Figueira, y de ABANCA, Javier Vilariño, expusieron cómo organizaron los actos del Día de Galicia desde la visión oficial y la corporativa

Madrid, 15 de septiembre de 2021

El Observatorio Profesional de Protocolo y Eventos (OPPE) reinició la pasada semana sus llamados “Martes de Protocolo” (los primeros de cada mes). Tras el parón veraniego, este colectivo retomó ya su actividad, en esta ocasión, para exponer cómo habían sido los diferentes eventos celebrados con motivo de la entrega de las Medallas de Oro con motivo del Día de Galicia tanto desde el punto de vista institucional como empresarial. Al acto principal asistieron el Rey D. Felipe y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La jefa de Protocolo de la Xunta de Galicia, Isabel Figueira, y el gerente de RRII y Protocolo de ABANCA, Javier Vilariño fueron los encargados de disertar sobre ambas perspectivas.

Con esta temática, el OPPE pretendía generar debates de interés relacionados con la organización de eventos de este calibre que afectan a todas las comunidades autónomas y regiones de todo el mundo, así como también al tratamiento de autoridades nacionales y a los representantes de empresa y otros sectores no oficiales en actos promovidos por las instituciones públicas. Y el debate, como es habitual en estos encuentros, resultó muy interesante y provechoso.

La parte institucional

Isabel Figueira relató como habían organizado todos los aspectos oficiales del acto principal de la entrega de medallas, que en esta edición fue para el personal sanitario que había luchado en primera línea contra el covid-19. Un acto en el que se entregan las Medallas de Oro a los galardonados, aunque este año hubo una sola medalla para un solo colectivo: el que había participado en la vacunación contra el covid-19. Fueron 15 entidades/personas y la medalla la recogió una de las enfermeras que había participado en la primera vacuna contra el coronavirus que se puso en Galicia. Habló del lugar donde se celebró el acto (la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela), “un espacio diáfano sobre el que empezamos a trabajar en él partiendo de cero y en el que hubo aforo muy limitado por las circunstancias sanitarias”. También expuso el trabajo realizado con el personal de seguridad, policías, el 061 (equipo medicalizado), equipos de prensa, protocolo, equipo de la televisión autonómica (porque el acto se retransmite en directo por la TVG), etc.

Quiso generar debate con el tema de la etiqueta, si era apropiado o no exigir en las invitaciones un determinado vestuario (como así fue) o no. Y también planteó si era conveniente mantener la costumbre, el boato y el ceremonial buscando el lógico equilibrio con las nuevas tecnologías “o por el contrario dejar esto atrás para irnos a actos más tecnológicos y actuales. ¿Solemnidad o menos solemnidad?”, se preguntó. La práctica totalidad de las personas que intervinieron en el debate se mostraron partidarias de mantener el clásico ceremonial manteniendo la solemnidad propia de este tipo de eventos. La apuesta más generalizada se resumió en que debían ser actos con “detalles que distinguen” y con una clara vocación de “ceremonial, solemnidad y costumbre”.

La participación de la empresa

A continuación, tomó la palabra el gerente de RRII y Protocolo de ABANCA, Javier Vilariño, quien describió los actos paralelos que su corporación financiera había realizado al margen del acto principal de la entrega de medallas. Disertó sobre cómo puede sumarse, añadirse y prestar su apoyo una empresa a un evento tan importante como éste, de trascendencia para España y parte del mundo. Relató cómo ABANCA había apoyado el Xacobeo con una importante cantidad económica en concepto de patrocinio para promocionar el Año Santo y contó las interesantes actividades alternativas que habían puesto en marcha en torno a los diferentes caminos de Santiago.

Todo ello tenía como finalidad plantear un debate de máximo interés en la profesión: el mundo empresarial es muy importante en la vida social, cultural y económica. Partiendo de esta premisa, se expusieron opiniones acerca del tratamiento que se está dando a la empresa en actos oficiales tan importantes como el de la entrega de medallas en el Día de Galicia. “Si eres patrocinador, sales y estás en la foto; si no lo eres, ¿qué sucede? ¿Debería cambiar este concepto? ¿Los representantes del protocolo oficial pueden olvidarse del no oficial?”.

Sobre esta cuestión todos coincidieron en que ambas concepciones y estilos deben ir de la mano con buenos peinados en las ubicaciones de autoridades, facilitando el acercamiento del mundo institucional y oficial a los ciudadanos. Todos coincidieron que hay que aceptar estos dos mundos unidos “cuanto antes mejor”, sin tener la menor duda de que hay que dar a los empresarios la importancia que tienen.